El desarrollo sexual lejos de lo que las personas pensaban en esta época nada tenia que ver con el desarrollo del aparato reproductor de la vida adulta, era comprendido hasta ese momento que el desarrollo sexual era total y completamente el desarrollo genital, pero recordemos que Freud hace una diferencia entre la sexualidad y el coito.
Tal ves pensar en el desarrollo del placer sexual de un ser humano en los primeros años de su vida era algo completamente impensable e incluso indecoroso e inaceptable, pero Freud demuestra que el desarrollo sexual empieza mucho antes de que el niño tenga conciencia alguna de su genero e inclinación sexual.
Al empezar la vida del niño se empieza con cargas libidinales profundas en zonas erógenas que nada tienen que ver con sus genitales en un principio y centra toda su energía pulsional a diferentes zonas; por ejemplo el ano que es la primera etapa de la organización pregenital, el niño tiene un placer total y completamente sexual en el ano, al defecar y al ser limpiado por su madre, las heces tienen un papel fundamental en el pleno desarrollo y la introyeccion a la cultura, en un primer momento las heces son entregadas en cualquier momento y de cualquier manera a la madre, el niño hace esta entrega como muestra de afecto profundo, luego empieza a comprender que al retener las heces por mas tiempo puede satisfacer mas aquella pulsión y puede satisfacer mas a su madre. A esta fase Freud le da el nombre de sádico anal, ya que sus pulsiones son satisfechas de manera sádica.
Vemos que en un primer momento el niño empieza a llenar todas esas pulsiones libidinales en la manera en la que le sea posible, a través de sus orificios anales y orales que serian sus primeras muestras de sexualidad, luego entra en una etapa en la que Freud llamara fálica donde entra un juego simbólico en el niño y en la niña en donde el pene toma una importancia meritoria por que la distinción que hacen entre el niño y la niña no es de pene o vagina, sino de pene o ausencia de el, de aquí se desprende una seria de pensamientos explícitos de los niños en donde su interés se centra principalmente en este órgano reproductor.
Dice el autor que el niño logra una diferenciación de genero mucho mas adelante en su vida ya que en un primer momento no lo concibe y necesita de una seria de experiencias para que logre entender la diferencia sexual no como una falta en las niñas sino como un órgano diferente, a esta etapa de mayor entendimiento genital Freud la va a llamar etapa genital.
Mas adelante el niño reprime todas sus actitudes y pensamientos perversos mal vistos por la cultura y prefiere olvidarlos en lo que Freud llamará el periodo de latencia, aquí el niño reprime la mayor parte de su primera infancia, y deja los recuerdos a los hechos menos traumáticos para asociarlos con su vida adulta.
Otro de los factores fundamentales en el desarrollo de la vida sexual de un niño es el complejo de Edipo, que es basado en la historia de sofocles donde el rey Edipo sin saberlo mata a su padre y se casa con su madre, al darse cuenta Edipo se castiga segándose al sacarse los ojos, aquí Freud lo toma como una analogía perfecta con lo que pasa en los niños y niñas en la primera infancia en donde el niño barón se enamora de su madre y empieza a odiar a su padre de una manera tan profunda que desea desaparecerlo, y en la niña lo contrario amando a su padre.
Lo que sucede con esta etapa es que el niño al darse cuenta que no puede tener a su padre o madre, imita a su padre del mismo sexo para ser como el y que el otro padre logre enamorarse de el.
Como lo propone Freud el niño no es aquel ser angelical total y completamente puro sin ningún tipo de “pecado”, que la sociedad es la que lo corrompe; según Freud el niño siente celos, rabia, y lo que mas impacta es el hecho de sentir placer sexual, algo impensable pero que según la realidad lo podemos observar en la cotidianidad.
Los niños son inocentes en el hecho que pueden vivir sus perversiones sin prejuicios y la disfrutan sin necesidad de reprimirla o sublimarla.
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