Entender el juego simbólico que lleva acabo el ser humano es un trabajo complicado y mas que todo por que por lo general olvidamos que estamos es “jugando” al simbolismo y a las representaciones de roles y papeles constantemente, es fácil olvidarlo pero es un trabajo del cual el psicoanálisis a entendido y ha sabido investigar.
En este texto ver la transferencia que hace el estudiante teniendo como aquel sujeto paterno o materna al educador que por lo general suple ese rol de cuidador y protector en la mayoría de los casos,
Al principio es el padre (visto desde el punto de vista de quien sea el primer cuidador del infante que cumpla con el rol paterno) quien se ve en el lugar de la ambivalencia al ser alguien amado pero al mismo tiempo odiado y detestado por el complejo de Edipo por el cual pasamos todos los seres humanos. Este sujeto que es visto como máxima autoridad, sabiduría, respeto y admiración; se va desintegrando a medida que el infante empieza a tener contacto con el mundo exterior y cuando se da cuenta de que su padre no es aquel dios superdotado de todas las facultades sobrehumanas encuentra sujetos con mayor “sabiduría” e incluso mas poder.
Este juego de roles es muy importante para desdibujar esa imagen poderosa y autoritaria que aunque es necesaria se vuelve algo idealista y lejos de la realidad, a medida que el sujeto interactua con en medio desdibuja, olvida y reprime muchos de los deseos que lo acosaban en su primera infancia.
El juego de los roles en la construcción de la realidad del ser humano es un papel trascendental en el buen desarrollo de sus interacciones, por lo tanto ver la figura paterna en varios sujetos es necesario, asi como jugar a ser padres o madres en algún momento, o jugar a ser hijos o hermanos, etc., hace que nuestras interacciones no carezcan de significado, y promuevan la sana y normal supervivencia de la sociedad
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